25 de junio, Día Mundial del Vitiligo

¿Qué es el Vitiligo? Se trata de una patología cutánea, un trastorno en la pigmentación. Es una enfermedad adquirida, no contagiosa, y crónica, cuya evolución no puede predecirse y que tiene como consecuencia la aparición de manchas blancas en la piel por destrucción de las células que producen la pigmentación que se llaman melanocitos. La aparición de estas manchas se puede dar en cualquier etapa de la vida, aunque con mayor incidencia entre los 10 y 30 años. También afecta más a mujeres que a hombres.

Aún se desconoce el origen y, en muchos casos, se presenta asociada a enfermedades autoinmunes y endocrinológicas (sobre todo de tipo tiroideas). En otros casos se vincula a factores emocionales y situaciones de estrés.

Los pacientes con Vitíligo presentan en general múltiples manchas  de distinto tamaño y distribución que aparecen más frecuentemente en las áreas de mayor pigmentación y exposición al roce como puede ser la cara, axilas, mucosas (labios, genitales y encías), manos pies, codos, tobillos y rodillas. Se trata de una enfermedad que tiende a progresar y que, sólo en un bajo porcentaje, produce una  re-pigmentación espontánea, sobre todo en niños.

Al no conocerse una causa específica y tratarse, por el contrario, de una enfermedad asociada a múltiples factores: genéticos, emocionales o ambientales, plantea un gran desafío para el médico al momento del diagnóstico, tratamiento y acompañamiento del paciente.

El vitíligo no es una enfermedad de riesgo de vida pero sí afecta la normal socialización de los pacientes que, en muchos casos, se sienten discriminados, observados, excluidos. Es por esto que trabajar con un equipo multidisciplinario de dermatología, endocrinología y acompañamiento emocional, es recomendable al momento de encarar el tratamiento.En la actualidad los tratamientos más utilizados son los corticoides tópicos, inhibidores de la calcineurina y la fototerapia. Es fundamental, además, comprender la importancia de cuidar la piel del sol todos los días del año con un factor solar mínimo de 30 entendiendo que, quienes poseen vitíligo, tienen más posibilidades de sufrir quemaduras solares en las zonas despigmentadas.