7 de Mayo, Día Mundial del Asma
El asma es un padecimiento que si bien no tiene cura, si puede ser controlado, además de su ocurrencia, frecuencia e intensidad que es muy variada. En Costa Rica según el último estudio de Global de Asma 2018, se reporta una prevalencia que ronda el 33% cuando la media estimada en Latinoamérica es de 17%. Asimismo, el reporte destaca que hay un total de 42.606 niños entre los 6 y 14 años con este padecimiento.
Este año las autoridades decidieron cambiar el lema de la campaña de lucha por la palabra STOP. El símbolo internacional de stop, nos indica que hay que parar el asma.
Estas palabras dan las claves de cómo se puede parar o controlar el asma:
- Síntomas (que hay que valorar).
- Testar la respuesta que se obtiene con la medicación y medidas ambientales.
- Observar y evaluar al paciente de forma continuada.
- Proceder a ajustar el tratamiento y las medidas de control ambiental.
¿Qué es el asma?
Es una enfermedad de las vías respiratorias. El asma es la enfermedad crónica más común en los niños. Se da en uno de cada diez niños y niñas en nuestro país. Hasta un 80% de ellos tiene síntomas antes de los 6 años. Es una de las causas del absentismo escolar.
Se caracteriza por la inflamación de los bronquios. Esto hace que sean muy sensibles (hiperreactividad) y se estrechen y obstruyan. Disminuye el flujo de aire que entra y sale de los pulmones.En la infancia, su diagnóstico es sobre todo clínico. Se basa en la presencia de síntomas respiratorios (tos, pitos, dificultad respiratoria o/y opresión torácica). Los síntomas pueden ser episódicos o persistentes. Algunos “factores desencadenantes” pueden causar crisis asmáticas. Hay muchos desencadenantes: ejercicio, llanto, risa, infecciones respiratorias virales y la exposición a olores fuertes, a alérgenos y al tabaco.