Riesgos por Tabaquismo
Alertan sobre el potencial daño a la salud de los residuos ambientales del tabaquismo
Aunque las personas adultas saben del daño del fumado para la salud, algunos desconocen el riesgo del tabaquismo en las habitaciones cerradas, pues el humo deja residuos de químicos tóxicos en el ambiente, que ingresan al cuerpo por contacto con la piel y pueden ser responsables de ataques de asma o reacciones alérgicas.
El dato es importante porque los equipos de salud han detectado la idea falsa de que fumar en la casa o en el carro sin presencia de los niños es suficiente para protegerlos; sin embargo, estudios científicos sugieren que las sustancias tóxicas quedan en el ambiente por largo tiempo, incluso hay registros de que quedan adheridas por meses.
Según la Universidad de California las sustancias residuales del fumado son potentes cancerígenos que, sin ventilación, pueden permanecer en la ropa, el cabello, las alfombras, las cortinas, los juguetes y en general, en todos los espacios de las casas y automóviles sin higienización profunda, convirtiéndose en un riesgo potencial a la salud.
Este mes se quiere enfatizar en el riesgo para los niños y los adultos mayores que conviven con fumadores problemas de salud, dado que pueden ingerir o tocar superficies con tabaco de tercera mano. Los niños pequeños “gatean” en el piso, en las alfombras y tienden a llevarse objetos a la boca y tocar lugares contaminados.
La única manera de eliminar las sustancias tóxicas es con la limpieza profunda, es decir, el lavado frecuente y metódico de las telas, las paredes y todo objeto de la habitación donde se haya fumado, pues el tabaco de tercera mano no se elimina al ventilar las habitaciones, abriendo las ventanas o usando el ventilador o el aire acondicionado.
Así, los estudios rompen la falsa sensación de seguridad surgida de la idea de restringir el hábito de fumar a ciertas áreas de la casa para evitar el impacto dañino del tabaquismo, pues, como se sabe ahora, el efecto nocivo permanece por mucho tiempo en sitios cerrados.
Según los especialistas, muchos adultos quieren dejar de fumar, pero todavía no lo han logrado y, mientras tanto, tratan de hacer lo correcto luchando por no fumar en presencia de los niños y adultos mayores, pero la evidencia científica indica que debemos hacer un esfuerzo mayor.
Este enfoque es un nuevo capítulo en la lucha por la educación de los riesgos del fumado para la salud, pues en los años 50 se descubrió que fumar podría matar, en los 80 se habló de que el humo de segunda mano era igual de dañino; y ahora se alerta sobre el potencial daño a la salud de los residuos ambientales del tabaquismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es el hábito que tiene el impacto más negativo, seguido de otros como la obesidad, el consumo de alcohol, la mala alimentación y la falta de ejercicio (sedentarismo). El tabaco es causa de cáncer de pulmón, pero también afecta severamente órganos como la vejiga, el riñón, el páncreas, el estómago, el colon, el recto y el cuello uterino.